martes, 28 de junio de 2016

Por las catedrales


Agradecer es una muestra de que se sabe recibir con amor. Por ello, como un gesto de agradecimiento, en el seminario se ha tomado la iniciativa de visitar las distintas diócesis que año por año envían jóvenes a formarse para el camino sacerdotal en el la casa de formación San Pio X. Dicha iniciativa se está implementando desde ya hace un año, específicamente en el período de verano que se ha estado realizando desde el pasado año 2015.
Con unas pocas semanas de iniciado el mencionado proceso de formación, se han efectuado dos visitas a las catedrales de la diócesis de La Vega y a la catedral de la arquidiócesis de Santiago.
La primera en contar con la visita de los 32 seminaristas que están en estos momentos en el seminario fue la catedral Inmaculada Concepción de La Vega, donde se participó el pasado domingo 5 de junio de una hermosa celebración presidida por reverendo P. Cruz Osvaldo Santos Cid, formador de cuarto de filosofía en nuestro seminario. Al finalizar la misa, los seminaristas tuvieron la oportunidad de visitar el museo sacro de La Vega donde están expuestas valiosas reliquias religiosas que se han adquirido a lo largo de la historia en dicha diócesis.




La siguiente visita no se hizo esperar y, el domingo 12, los jóvenes formandos asistieron a la Catedral Santiago Apóstol, donde el reverendo P. Carlos Tomas Morel, rector del seminario, celebró una hermosa eucaristía en compañía del P. Pedro Jiménez, formador de segundo de filosofía en la misma casa de formación.






Retiro en el monte de oración













Como llamados a vivir de la misma manera en que Jesús vivió, es deber de todo vacacionado sacar un espacio de recogimiento y de oración, al igual que su maestro Jesús, en el que pueda volver a reencontrarse con ese Dios que lo miro y le llamó para ser su servidor. En esta ocasión, con deseos de un encuentro profundo con el dueño de mies, los jóvenes seminaristas vivieron un maravilloso día retiro el pasado sábado 4 de junio en el monte de oración de San Víctor, Moca. El mismo fue dirigido por reverendo P. Enrique, el joven sacerdote misionero del Sagrado Corazón de Jesús.
 La experiencia fue una invitación a mirar la propia vocación a la luz de la mirada de Jesús, el cual nos llamó y continúa llamando sin cesar, con la esperanza de que le seamos constantes y luchemos por mantenernos fieles a él. El joven misionero, recordó que el origen de toda vocación es la elección divina, en la que el hombre se siente llamado por Dios y, consiente de esa hermosa invitación, decide seguirle ofreciéndole su vida, tal como se ha visto en tantos ejemplos de fe en las sagradas escrituras.

El maravilloso día de reflexión y encuentro con Dios, culminó en horas de la tarde con la celebración de la santa eucaristía celebrada por el padre Enrique y en compañía de dos de los formadores del seminario. Terminada la celebración y luego de un pequeño refrigerio, los seminaristas regresaron con mucho entusiasmo a su hogar en el verde Licey.

Corpus Christi


El pasado jueves 26 de mayo, tuvo lugar la celebración de la solemnidad de Corpus Christi o del Cuerpo y Sangre de Cristo. Para tal ocasión se realizó a nivel arquidiocesano, una gran celebración eucarística, presidida por Mons. Freddy Breton en el estadio Cibao.  En esa maravillosa celebración de fe, se dieron lugar cientos de personas en representación de todas las parroquias pertenecientes a la ciudad de Santiago. Todo ese pueblo de Dios, en compañía de sus respectivos sacerdotes, caminó en reverente oración con la presencia viva de Jesús Sacramentado.

Cristo es el verdadero pan vivo bajado del cielo, el único que sacia nuestra hambre y calma nuestra sed, es por tal razón que es deber de todo cristiano alabarle y darle gracias por hacerse presente en tan gran sacramento de amor. Por esta razón, los seminaristas del seminario San Pio X, como parte del pueblo de Dios, participaron fervorosamente de la solemne caminata y de la bellísima celebración litúrgica. 








martes, 21 de junio de 2016

Clausura del mes de La Virgen


El pasado viernes 20 de mayo, con mucho gozo y entusiasmo, los seminaristas que están viviendo la experiencia del verano, agradecieron a la Madre de Dios los favores recibidos de sus manos con las tradicionales flores de mayo.  De esta manera, con la sencillez del santo rosario, contemplaron en compañía de María el rostro de Jesús, ofreciéndole su vocación y pidiendo por el bienestar de las familias y de la Iglesia.