martes, 20 de septiembre de 2016

Primeros Ejercicios Espirituales: Llamados desde la comunidad para la comunidad



Primeros Ejercicios Espirituales: Llamados desde la comunidad para la comunidad
Del 23 al 25 de agosto del 2016
     ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Con este verso del salmo 133, se abrió espacio a los ejercicios espirituales del inicio del periodo formativo 2016-2017. Este recopila la esencia de la vida cristiana la vida en común, con un mismo sentir de tal modo que fueron y vieron donde vivía y se quedaron con él (cf. Jn 1, 35). Entre los temas que se desarrollaron durante estos ejercicios están:
     Aspectos bíblicos de la comunidad.
     Hay múltiples maneras, por la cual el hombre vive en comunidad, desde la misma necesidad natural hasta la espiritual y es entonces, cuando al revisar la vida comunitaria con matices cristianos, se nos refirió a la biblia. Donde se desglosó la formación de la comunidad, las comunidades cristianas entorno al nuevo testamento y el papel de la autoridad en la comunidad.
     Con esto se puede resaltar, la oportunidad que tiene el individuo de descubrir, buscar, reflexionar y tener una experiencia práctica de aquello a lo que siente que ha sido llamado, pues la vocación surge desde la comunidad y para la comunidad. Siendo el corazón mismo de la comunidad cristiana y de la misma vocación, Jesucristo. Quien llama a los que quiere (…) para que lleguen a ser testigos del Señor. Esto encierra, por tanto, características propias de la comunidad, la fraternidad la vida como hermanos que ponen todo en común. Otros aspectos sonoros de la primera meditación y del posterior diálogo fueron: María, como Madre de la comunidad y su misión en la obra de su hijo Jesús y de la Iglesia; la edificación de la comunidad en medio de tensiones y las primeras comunidades cristianas y la acción pastoral de Pablo, apóstol de Cristo.
     Vocación y comunidad
     La segunda meditación, suscita la pregunta ¿Dónde surge la vocación? Y anteriormente, lo había comentado, pero lo repito, porque no debe cansarnos, la vocación surge en la comunidad, donde somos humanos, cristianos y vocacionados. Desde la comunidad y para la comunidad, se manifiesta el deseo de Dios Padre, quien llama, del Hijo quien envía y del Paráclito que consagra. Y esto, suscita que la relación vocación/comunidad se desarrolla en la Iglesia de donde nace, se alimenta y se desarrolla.
     Aspectos espirituales dentro de la comunidad
     Ahora bien, esta parte, se puede comenzar desde la idea del orador, de que Dios, “nos ha tomado de la mano y nos ha elevado”. El Señor, por puro don y gracia nos ha recatado de la esclavitud en la que nos encontrábamos y con este rescate, no nos deja solos, sino que en el desarrollo de nuestra espiritualidad encontramos caminos, aspectos, características y síntomas de que nuestra fe y camino de salvación, se vive en comunidad. De ahí que los aspectos que se desarrollan en la comunidad son la diaconía, kerigma, Koinonía y la liturgia.
     La diaconía, tiene su sentido en el servicio, como se puede ver en los diferentes servicios realizados por la comunidad, y en sentido pleno en el ministerio de Cristo (citando el documento el documento facilitado para la reflexión personal). Por su parte el kerigma, es el anuncio, la proclamación, o incluso la enseñanza. Pero, ¿de qué? Del anuncio de la salvación, de la Buena nueva, del Evangelio, en especial a aquellos que no creen. Mientras que la Koinonía, es la comunión y relaciones interpersonales, como la armonía con Dios; ejemplo vivo, es la Eucaristía… Por último, está la Liturgia, que ha pasado del servicio a favor del pueblo a ser el culto que se realiza a Dios a través de la Iglesia.
     Interrelación en la comunidad
     Aquí, se nos presentó, el amor al prójimo, al próximo, como a uno mismo. Y las características que deben vivirse en esta interrelación son la armonía, el testimonio, la atención y la paz…
      Que significa esto, que la comunidad cristiana, guiada por el Espíritu Santo, procura tener un solo corazón, una sola alma y un mismo objetivo. De manera que para que el mundo crea, debemos estar unidos. Así que como comunidad es necesario sacar del corazón espacio para murmuraciones, envidias, calumnias… a la inversa se debe tener intención y voluntad solo para la paz, porque el amor y el perdón lo deben cubrir todo. Teniendo como actitud cristiana la humildad y la mansedumbre.
     En fin, estos tres días de retiro, rodeados de la reflexión cristiana de la comunidad como camino de salvación, como semillero de vocación y como lugar de servicio. Es el medio que presta Dios para que cada hombre crea y se salve. Pues el hombre nació para vivir y relacionarse con otros. Y es así como en la relación con los demás, Dios saca lo mejor de nosotros.
     Experiencia Propedéutico San Pío X
     Por otra parte, Los días 23, 24 y 25 del mes agosto del 2016, 4 días después del ingreso al Seminario San Pío X, los jóvenes que inician su proceso de propedéutico, salieron de las instalaciones del seminario para su retiro de inicio de año (nueva experiencia en la historia del seminario). Dirigido por el formador del curso, Rev. P. Andrés Amauri Rosario, este tuvo lugar en el Monte de Oración, San Víctor, Moca, un lugar donde la persona se puede poner en pleno contacto con Dios a través de la naturaleza.                 
     Esos 4 días fueron esencialmente para el silencio, la meditación, la contemplación, y la oración, fomentando así un encuentro con Dios y con la persona misma, y de ese modo preparar a los jóvenes para todo el transcurso del año formativo. Además, creando los fundamentos de lo que será nuestra vida espiritual. Que nos olvide ir siempre al encuentro con Dios, que está en nuestros hermanos. Que Dios nos llene con su amor.

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