martes, 14 de octubre de 2014

Cenáculo en conmemoración al día de Ntra. Señora del Rosario

En nuestra Iglesia se conserva una hermosa tradición, que es la devoción a la Virgen María. Esta preciosa practica procedente de los primeros siglos del cristianismo, se ha ido moldeando a través del tiempo,  y ha tomado el Santo Rosario como signo y garantía de la misma. Hoy en día muchos son los creyentes de esta piedad popular, que acuden al rezo del Santo Rosario con diferentes intensiones pues, es seguro que María Santísima intercede por ellos y sus distintas necesidades. El pasado martes 7 de octubre los Seminaristas de los Seminarios San Pio X  se unieron a la gran masa de devotos de esta vivencia de fe, con la celebración de un cenáculo Mariano, con motivo de ser  día de  Ntra. Señora del Rosario.
Esta bonita actividad tuvo lugar en la capilla del Seminario Menor San Pio X, y comenzó a las 5:30 de la tarde y fue a su vez dirigido por el  seminarista Manuel Abud, de primero de Filosofía. Este acto contó con la presencia de la Sra. Carmen Rosa, coordinadora Nacional del Movimiento Sacerdotal Mariano, y dos acompañantes más. Al comienzo de esta actividad, mientras se entonaba una canción alusiva a la celebración, resonó  una voz animosa  que dijo muy fervorosamente: ¡Ánimo  con Alegría! Esta voz pertenecía a la Sra. Carmen Rosa que con tan potente enunciado motivó aún más a los seminaristas a unirse a este Misterio de fe. Así con mucho fervor continuó todo el encuentro.
Después haber rezado el Santo rosario tuvo lugar una lectura tomada de los mensajes de María Santísima al P. Goby, y a raíz de esta el Semanarita Andy Jorge de segundo de Filosofía, pronunció una espontánea y breve meditación con un matiz motivador, a raíz de la lectura. Una de las palabras que dijo textualmente fue: «Las pruebas se vencen a fuerza de oración». De igual manera la coordinadora del Movimiento Sacerdotal Mariano estimuló a los seminaristas a tener valor en el seguimiento del Señor y siempre confiar en María. Luego el Rev. P. Amauris Rosario impartió la bendición y así el encuentro concluyó con más ánimo del que empezó.

                                                                                               Por:  Francis David Montero Padilla

Primero de Fil.

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