viernes, 24 de julio de 2015

A la parrilla, ¡sabe mejor!


Viernes 19, mientras se jugaba baloncesto, se definía una actividad, la parrillada iba, y esa misma noche “será” ya no había otra salida. De repente se salió a comprar, las 5 de la tarde ya se consumía. Todo se fue preparando el ambiente, la música y la cafetería. Una noche impecable le seguía. Todos se fueron agrupando a las 8 de la noche, para comenzar, la vigilia.

Mientras se encendían las parrillas, la música electrónica empezó a sonar, ¡que baje el volumen que hay gente! Fue la respuesta al escuchar. Así, que hubo que cambiar y a la vez el volumen bajar, pero la fiesta sigue y el dominó hizo su entrada triunfar, iniciando las manos y continuando a un más, hubo un momento en que se creyó que a Arsenio y a Anderson nadie los iba a sacar.

 La noche continuaba, y la luz hizo de la suya se armó el corre, corre con ese apagón, extensiones iban y extensiones  venían. La actividad fue movida, desde el quiosco hasta primero de filosofía. La ceremonia continuaba esta vez ya definida, su presentador dirigía e inicio la salida, con “Yo, también” inicio la partición, le continuó otra enseguida. Los chistes de David, que como siempre, pican. Santos no se queda, pues también participa. Arjona se multiplica con Anderson, David y su pandilla. Las salchichas se cosían, las personas se la comían. Mientras se escuchaba a Vicente Fernández y su música mítica,   el P. Amauri disfrutaba tan esplendida melodía. De ahí le seguía una tremenda película, que por respeto al público no doy detalles de la misma. La noche seguía y las alas no salían, pero al fin, las 11:30  se cocía que la cena al fin estaba, creo, que lista. La bendición el P. Arsenio la impartía, la fila rápidamente se hacía, y entre chinolas y sodas las chuletas se digerían.

Las cosas fueron avanzando hasta que ya no se podía, el P. Pedro a la medianoche por ahí se despedía. La película continuaba, las risas siempre salían, con ese “tú me entiende” de Santos, cualquiera reiría.

Todo se fue consumando, y al final todo culminaba a las 1 con 20 minutos de la mañana, lo que empezó en la cancha, el viernes de esa misma semana.

Finalmente, las gracias hay que darla porque son a quien las merece al equipo formador, por su apoyo y empeño, por apoyar cada evento. Asiendo, en este tiempo que las cosas se alivien, cuando todo apuntaba a señalar un verano temible. La comunidad San Pablo agradece por ese día, por las atenciones y las salidas de tantos mulos y chuletas, y es que en definitiva: todo sabe mejor, a la parrilla.
 
                                                                                        Narciso A. Martínez
 
 
 



 

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